Hola Rocío: hoy viendo un programa en la tv sobre la violencia de género me he acordado tanto de tí que necesitaba escribir los gratos recuerdos que guardo en mi memoria de aquel año que fuimos compañeras de cole en Fuensanta. Tú me cubrías la hora de lactancia y como cada día llegabas a mi clase y nunca te faltaba la sonrisa en la boca. No es casualidad que tod@s coincidamos en esto: eras una persona tan dulce que cuesta creer que un desgraciado...
Por cierto los niños y niñas que entonces tenían 5 años están grandísimos/as y te querían con locura. No era difícil quererte.
El consuelo que me queda es que ya nadie te puede hacer más daño y te pido que desde arriba eches un ojo para que no mueran más mujeres en manos de sus parejas. Confío que poco a poco y gracias a la educación lo vayamos consiguiendo.Me despido, pero quiero decirte a ti y a tu familia que te llevaré siempre en mi recuerdo.